“IDA, VUELTA E IDA”
– L&B GALLERY, BARCELONA
Exposición individual de Massimiliano Moro. Parte del Festival LLUM BCN / Febrero 2019
Solo show of Italian artist Massimiliano Moro, part of the LLUM BCN / February 2019
Laura_Olea_Lopez
About
EN

L&B gallery presents "Ida y vuelta e ida", the first solo exhibition of artist Massimiliano Moro in Spain. The show, curated by Laura Olea López, transforms the exhibition room through light interventions made specifically for the gallery space at Carrer Àlaba 58 on the occasion of the OFF Llum BCN 2019 festival.

Text by Laura Olea López
The sculptures in this exhibition have no limit just as there is no limit to the natural light that enters through the upper window of the gallery. There is no end point. The architecture of the venue allows for the creation of an exhibition without conclusion, encompassing the entire gallery. The interventions extend seductively and elegantly, deploying techniques and charms to disarm the logical space. The projection of virtual volumes avoids any reference to figurative language and aspires to destabilize cognitive frames of reference.

Under the harmony and calm of the sculptures in the exhibition "Ida y vuelta e ida" hides the purpose of awakening the active gaze. The coloured light creates depths that the shadow had forgotten and, what at first is read from incredulity, ends up provoking unconscious sensations that, processed with an attentive and curious gaze, exercise other ways of relating to the environment.

An involved gaze is manifested in the whole body: when the eye cannot see the intriguing detail, the foot is forced to move forward and, unexpectedly, it intervenes in the installation. Any presence reconfigures the space and also the light that shapes it, creating a new exhibition with each visit.

The contemplation of the sculptures in the exhibition is coming and going. The interval from sight to body, from detail to distance, from sensations to imagination? From emptiness to volumetric bodies in light. Back and forth gives a sense of materiality that signals the absence of objects in all the rooms. The uncluttered space is only interrupted by the devices that are part of the sculptures, leaving the light projection mechanisms exposed, visible and part of the composition.

Although the construction of the artefacts is based on contemporary technological processes such as design and digital modelling, the fabrication of a light emanating device evokes reminiscences of the artists who as early as the 19th century began to investigate the art that makes light and movement its means. These pioneers were usually considered not only artists but also inventors, sometimes related to scientific, engineering or mechanical careers. These creations not only explored the expressive capacity of light but also undertook expeditions into the technique, control and handling of light as a mechanical craft.

This technical and mechanical component is also part of the creative process, which in the case of Moro's work is more similar to the scientific method: initially and systematically a detailed analysis of the environment where the piece will be installed is carried out, since space is always one of the fundamentals in his interventions. Each of Moro's sculptures has been conceived to be set in a single place. In this way, the art manages to transform here its container space and not in an arbitrary way: the characteristics of each exhibition room are remodelled from its own particularities.

From an uncertain, subtle, fragile materiality and with the minimum expression of physical trace, Moro's sculptures manage to create a physical and perceptive impact. Like immersing oneself in the water of a river: it will never be the same experience as the previous time, as Heraclitus pointed out

And the fact is that the changes in space also imply a reflection on time, that immaterial and yet so tangible, like the water of which the Greek philosopher speaks. Like light too, so ethereal and fundamental, particle and wave, ambivalent as its gadgets that echo the technological but contain, at the same time, a whole trajectory that has advanced for centuries but that each journey is a new unique path. The outward journey cannot be repeated because each path will be a new journey.






ES

La galería L&B presenta “Ida y vuelta e ida”, la primera exposición individual del artista Massimiliano Moro en España. La muestra, comisariada por Laura Olea López, transforma la sala de exposición mediante intervenciones de luz realizadas específicamente para el espacio de la galería en Carrer Àlaba 58 con motivo del festival OFF Llum BCN 2019.

Texto por Laura Olea López
Las esculturas de esta exposición no tienen ningún límite igual que no lo tiene la luz natural que entra por la ventana superior de la galería. No hay ningún punto final. La arquitectura del local permite crear una exposición sin conclusión abarcando toda la galería. Las intervenciones se extienden seductora y elegante, desplegando técnicas y encantos para desarmar el espacio lógico. La proyección de volúmenes virtuales evita cualquier referencia con el lenguaje figurativo y aspiran a desestabilizar los marcos de referencia cognitivos.

Bajo la armonía y calma de las esculturas de la exposición “Ida y vuelta e ida” se esconde el propósito de despertar la mirada activa. La luz de color crea profundidades que la sombra había olvidado y, lo que en un principio es leído desde la incredulidad, termina provo- cando sensaciones inconscientes que, procesadas con mirada atenta y curiosa, ejercita otras maneras de relacionarse con el entorno.

Una mirada implicada se manifiesta en todo el cuerpo: llegado el momento en el que el ojo no alcanza a ver el intrigante detalle, el pie es forzado a avanzar y, de manera inesperada, interviene en la instalación. Cualquier presencia reconfigura el espacio y también la luz que lo moldea, pudiendo crear una nueva exposición con cada visita.

La contemplación de las esculturas de la exposición es un ir y venir. El intervalo de la vista al cuerpo, del detalle a la distancia, de las sensaciones a la imaginación... Del vacío a los cuerpos volumétricos en luz. Ida y vuelta da una sensación de materialidad que señala la ausencia de objetos en todas las salas. El espacio despejado está únicamente interrumpido por los dispositivos que forman parte de las esculturas dejando los mecanismos de proyección de luz al descubierto, visibles y formando parte de la composición.

Aunque la construcción de los artefactos se basa en procesos tecnológicos contemporáneos como el diseño y el modelaje digital, la fabricación de un dispositivo emanador de luz evoca reminiscencias de los artistas que ya en el siglo XIX comenzaron a investigar en el arte que hace de la luz y el movimiento sus medios. Estos pioneros eran normalmente considerados no solo artistas sino inventores, en ocasiones relacionados con carreras científicas, ingenierías o mecánica. Estas creaciones no solo exploraron la capacidad expresiva de la luz si no que llevaron a cabo expediciones en la técnica, control y manejo de la luz como una artesanía mecánica.

Este componente técnico y mecánico forma también parte del proceso creativo, que en el caso del trabajo de Moro es más comparable al método científico: inicialmente y de manera sistemática se realiza un análisis detallado del ambiente dónde se insta- lará la pieza ya que el espacio es siempre uno de los fundamentos en sus intervenciones. Cada una de las esculturas de Moro ha sido concebida para ser engarzada en un único lugar. De esta forma, el arte consigue transformar aquí su espacio contenedor y no de manera arbitraria: las características de cada sala expositiva son remodeladas a partir de sus propias particularidades.

Desde una materialidad incierta, sutil, frágil y con la mínima expresión de trazo físico, las esculturas de Moro consiguen crear un impacto físico y perceptivo. Como sumergirse en el agua de un río: nunca será la misma experiencia que la vez anterior, como señalaba Heráclito.

Y es que los cambios del espacio implican también una reflexión sobre el tiempo, aquello inmaterial y a la vez tan tangible, como el agua de la que habla el filósofo griego. Como la luz también, tan etérea y fundamental, partícula y onda, ambivalente como sus artilugios que hacen eco a lo tecnológico pero contienen, a la vez, toda una trayectoria que ha avanzado durante siglos pero que cada trayecto es un nuevo camino único. No se puede repetir el camino de ida porque cada trayecto será un nuevo viaje.

(_Curation)