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Entre las razones por las que acudir a una feria de arte contemporáneo está encontrarse con el panorama artístico y cultural más actual, con obras que responden al momento que estamos viviendo o que añaden algunas preguntas más. A la feria de Artesantander se puede entrar sencillamente para dejarse sorprender.

Un atractivo es la participación de galerías de otros países aportando una perspectiva internacional. A Pick Gallery, una joven galería italiana, trae la fantástica obra de Julia Carrillo, artista mexicana con formación en matemáticas. Piezas únicas realizadas en papel fotográfico que manipula tan solo con luz artificial y agua o papel translúcido. Desde Inglaterra, Pitt Studio muestra las grandes composiciones de gestualidad arrolladora de Tony Squance en el que se intuyen cuerpos contorsionados. La galería mexicana Proyecto H Contemporáneo muestra unas esculturas efectistas de Isabel Alonso Vega que hacen materia de algo impalpable como el humo y congelan el rastro de partículas volátiles con la intención de despertar curiosidad. Maya Hewitt, artista inglesa de origen filipino representada por la galería Marta Cervera, aporta otra visión internacional en sus pinturas en las que comparte experiencias y conflictos por su reciente maternidad, especialmente en los delicados dibujos sobre papel de arroz en los que se desnuda emocionalmente.

Otro de los principales alicientes para acudir es la accesibilidad a galeristas expertos en arte contemporáneo. Acérquese a conversar con José Martínez Calvo y Luis Valverde Espejo, directores de Espacio Mínimo desde hace más de 25 años. Ambos explican con cariño el trabajo de la mítica artista y activista uruguaya Alicia Mihai Gazcue. Esta pequeña retrospectiva ha sido recuperada del olvido por las artistas Liliana Porter y Ana Tiscornia llegando hasta la 12ª Bienal de Shanghai en 2019 y que ahora tenemos el placer de disfrutar en Santander. Una preciosa selección que emana muchísima fuerza poética y cierta nostalgia por el anacronismo de los materiales envejecidos. Para continuar la conversación visiten la instalación de Cristina Mejías realizada expresamente para esta edición. En el stand de Rodríguez Gallery, Mejías dibuja un paralelismo entre las comunidades de ballenas y los vínculos familiares. Una coreografía de manos presentes en dos instalaciones de estructura colgante, dibujos y un video con el sonido del agua resbalando entre los dedos.

En este evento anual podemos seguir la amplia trayectoria de artistas como Asunción Goikoetxea de la galería Vanguardia de Bilbao que expone “Saretuz” (Rejilla) con una selección donde se repite el orificio y las perforaciones en forma de dibujo, bordado e incluso cuerpos escultóricos en crochet. Un trabajo detallista que coincide con las grandes superficies orgánicas de Maru Quiñonero representada por la Galería Álvaro Alcázar, sus piezas presentan abstracciones de colores a base de metódicos trazos en pastel. El color para Sabine Finkenauer ha sido herramienta de expresión y composición formal. Esta artista alemana afincada en Barcelona, representada por Rafael Pérez Hernando, comienza su práctica por el dibujo que traslada a pinturas y traduce a esculturas-mobiliario.

En la búsqueda de nuevos creadores emergentes destaca Herrero de Tejada que reúne en una selección muy cuidada una generación de pintores como Carlos Pesudo y Eloy Arribas. Aquí la galería presenta “Dimensión fractal” de Julio Sarramián, un estudio pictórico sobre el paisaje con referencias visuales a la tecnología. Los medios técnico-científicos y dispositivos electrónicos a través de los que miramos el territorio transforman nuestra relación con el paisaje y la naturaleza -radares, mapas satélite, modelado 3D-.

En dos grandes pinturas, Sarramián representa unas geografías montañosas que son atravesadas por planos virtuales aportando movimiento, glitches y una brillante paleta de colores. Los minuciosos degradados sobre fondo negro y dibujo definido parecen licuar las montañas ante nosotros.

JMgalería desde Málaga y Leyendecker desde Tenerife ofrecen dos propuestas que revisan la tradición de la pintura. José Luis Valverde hace de la pintura volúmenes y texturas sobre un negro que absorve la imagen. José Lerma, sevillano de amplia trayectoria internacional, en sus pinturas mezcla anécdotas y vivencias personales con referencias a la historia del arte bajo el título “Un pintor interesante”. También en obra pictórica, Espacio Líquido de Gijón muestra la investigación “Laboratorio doméstico” de Job Sánchez que recoge varios años de trabajo sobre las prácticas artísticas en entornos domésticos.

El paisaje aparece desde diferentes puntos de vista como imagen, ecosistema o nuevas ficciones. La galería La Gran expone “Drowned world” de Cristina Ramírez para hablar de un paisaje marino desde la ciencia ficción o un posible futuro. Un tríptico de dibujos ilustra una fauna marina de color fugaz como es el fondo abisal. Dos cuerpos escultóricos materializan este paisaje marino extraño, siguiendo su trabajo en torno a “lo que no debería estar”. Desde las ficciones, Cristina Fernández de Puxagallery genera collages digitales mostrando paisajes imposibles en un entorno natural onírico. En Moisés Perez de Albeniz el paisaje adquiere un aspecto evocador y fluido con las pinturas de Nico Munuera. La serie “Shima” representa musgos y arenas, unas composiciones que nos acercan tanto a lo micro de la textura de un liquen como a la visión de lo macro en un vasto paisaje. Con una fuerte influencia de la pintura japonesa, Munuera utiliza la pintura aguada con verdes, potentes ocres y toques de un dorado que resaltan la luz. Se dejan al desnudo los soportes de la textura del lino y la madera de los bastidores para complementar la composición con la propia veta natural.

Junto a lo más nuevo, encontramos las piezas históricas de la galería José de la Mano que rescata de los años 50 varios ensayos de Gonzalo Chillida (1926-2008). Obras gráficas muy estructuradas formadas por trazos lineales que desbordan el papel. En estas piezas minimalistas de su época experimental en París se distingue su pincelada aún latente en los colores intensos. Un conjunto que trae hasta Artesantander ecos del neoplasticismo igualmente presente en Emilio Gañán representado por Ángeles Baños. La práctica de Gañán radica en el dibujo riguroso y minimalista sobre una retícula muy premeditada sin evitar “salpicaduras de perfectas imperfecciones calculadas”. Otros espacios figurados trasladados al plano del papel llegan gracias a La Caja Negra que aporta su experiencia en ediciones con el trabajo de José Pedro Croft. El título “Prueba de estado” señala al momento en el que la plancha de grabado se revela en el papel. Estas son piezas realizadas por un grabador con cerebro de escultor: el dibujo proyecta volúmenes, profundidades y perspectivas a través de hendiduras y mucha plasticidad.

Pero si aun así no encuentran razones concretas, entren por el placer de deleitarse. Y ya dentro, seguramente les seduzca la idea de adquirir alguna pieza: propongo el conceptualismo de Alberto Gil (Set Espai d’Art) o las naturalezas de Martín Llavaneras (EtHall). Entre las obras también hay lecturas intensas e interesantes de la librería Fluent Books que, recién inaugurada en Santander, también participa en la feria. Sobran los motivos.